jueves 4 junio 2020
Qué es la tomografía sísmica y cuáles son sus aplicaciones, fue el tema al cual se refirió la académica del Departamento de Geofísica (DGF) e investigadora titular del Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC por su sigla en inglés), Diana Comte, como invitada al programa sobre ciencias de la Tierra de Radio Universidad de Chile, Rocadictos.
En el espacio realizado por los departamentos de Geología y de Geofísica de la Universidad de Chile y el Centro del Clima y la Resiliencia, (CR)2, Diana Comte afirmó que la tomografía sísmica es una herramienta de la geofísica que permite inferir la estructura interna de la Tierra, a escalas tan diferentes como la del orógeno y la escala mina, gracias a información sobre los tiempos de llegada de ondas sísmicas.
“Hay temblores que ocurren en la litósfera oceánica en subducción, otros son de origen superficial y otros más profundos, pero todos ellos son útiles para determinar en qué áreas aplicar tomografía sísmica”, explicó Diana Comte a la conductora y los/las panelistas del programa, Claudia Farah, Valentina Flores, Macarena Troncoso, Daniel Díaz y Rodrigo Fernández.
La investigadora del Grupo de Exploración y Modelamiento de Yacimientos del AMTC agregó que las ondas sísmicas contienen información tanto sobre el sitio en el que se registran como sobre el medio a través del cual se propagan. “Esta metodología es particularmente útil y amigable con el medio ambiente para ‘iluminar’ muy bien determinadas áreas del subsuelo”, aseguró la académica, quien sostuvo que, “a partir de los modelos 3D del campo de velocidades de ondas sísmicas, es posible apoyar el proceso de exploración de yacimientos minerales y campos geotermales”.
“Personalmente, me gusta reducir escalas de las tomografías, porque eso permite analizar más detalladamente estructuras y comportamientos más específicos, como anomalías de velocidad asociadas a la presencia de placas en subducción, cuñas geológicas o la relación de la Cordillera de la Costa con fallas sísmicamente activas”, precisó la académica del DGF.
En esta línea, la investigadora del AMTC destacó que, a pesar de que la tomografía sísmica se viene aplicando y mejorando desde hace algunas décadas, hoy es posible obtener imágenes de mejor calidad, gracias a computadores con mayores capacidades de cálculo y a un aumento en la cantidad y el acceso a redes de estaciones sismológicas.
Consultada sobre el desarrollo de la tomografía sísmica en el mundo, la académica del DGF mencionó el trabajo realizado en países como Alemania, China y Estados Unidos, por investigadores como el académico Steven W. Roecker, del Rensselaer Polytechnic Institute, con quien ha ejecutado proyectos desde hace más de 20 años.
En cuanto a la situación de la tomografía sísmica en Chile, Diana Comte reconoció que gran parte de los proyectos realizados a nivel nacional han sido emprendidos por el Grupo de Exploración y Modelamiento de Yacimientos del AMTC, integrado por académicos de los Departamentos de Ingeniería Eléctrica y Geología e investigadores/as como Gerardo Peña, Alejandro Faúndez; y las egresadas del Magíster en Ciencias, mención Geofísica, Daniela Calle, Andrea Navarro —quienes realizaron sus tesis bajo la supervisión de la académica del DGF— y Valentina Reyes.
Entre las iniciativas llevadas a cabo por su equipo de investigación en el AMTC, la profesora Comte mencionó proyectos de tomografía sísmica a escala regional y distrital con CODELCO, Anglo American, BHP y Antofagasta Minerals, e investigaciones como “Caracterización de alta resolución de la corteza y su deformación en Chile mediante métodos avanzados de inversión sísmica y geodésica”, financiada por CONICYT y NSF China. Con respecto a esta última iniciativa, cuyo codirector es el académico del DGF Francisco Ortega, Diana Comte destacó que gracias a fondos de AMTC y una estrecha colaboración con el investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad de Karlsruhe (KIT) Andreas Rietbrock, su equipo de trabajo logró desplegar dos redes de 88 estaciones sismológicas desde el norte de la península de Mejillones hasta el sur de la ciudad de La Serena.
Finalmente, la académica del DGF manifestó que los sismos y el proceso de subducción que los provoca no solo son beneficiosos para el desarrollo de la tomografía sísmica. “Si la subducción no existiera, no seríamos un país con recursos minerales como los que tenemos y tampoco podríamos disfrutar de la belleza de paisajes asociados a los volcanes. Las consecuencias de la subducción también pueden ser muy positivas. Lo importante es saber utilizarlas a nuestro favor”, aseguró.