miércoles 30 noviembre 2022
El pasado 15 de noviembre se realizó, Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile, la ceremonia de entrega de Medalla Doctoral a 174 nuevas doctoradas y doctorados que concluyeron sus programas de estudio durante el segundo semestre de 2021 y primer semestre de 2022.
Como es tradición, la ceremonia se realizó en el marco del aniversario de la Universidad, que este 2022 cumple 180 años de historia, y fue presidida por la rectora, Rosa Devés. Participaron también la prorrectora Alejandra Mizala; el vicerrector de Asuntos Académicos, Claudio Pastenes; la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Pilar Barba; la vicerrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Josiane Bonnefoy; la directora de Posgrado y Postítulo, Laura Gallardo; además de decanas, decanos, directoras, directores, integrantes del Consejo y Senado Universitario, autoridades, familiares y amigos de las y los graduados, académicas, académicos y estudiantes.
Uno de los discursos pronunciados en la ceremonia fue el de María Belén Barraza, nueva doctorada en fluidodinámica y quien tuvo como profesor guía al subdirector del Advanced Mining Technology Center, Dr. Christian Ihle. En su alocución, la Dra. Barraza describió la situación de brechas de género a nivel de la FCFM: “En mi paso por el doctorado, de 17 estudiantes solo éramos 2 mujeres y ambas nos graduamos en esta ceremonia, por lo que lamentablemente ya no existe participación de mujeres como estudiantes en el programa. Durante todo el programa, sólo tuve una profesora mujer, la Dra. María Luisa Cordero del Departamento de Física. ¿Cómo vamos a contar con un mayor número de mujeres interesadas en este programa, si la representatividad en el Claustro Académico es apenas el 10%? Los estudios demuestran que para que niñas, adolescentes y mujeres se interesen por áreas STEM, en primer lugar, deben tener referentes, deben verse reflejadas y visibilizadas por otras mujeres que lo hayan logrado, que estén en posiciones de poder y que puedan transmitir su experiencia. (…) En la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas las mujeres representan un 22% de los y las profesoras asistentes, 11% de asociados y 19% de titulares. Si bien el porcentaje de mujeres que ingresan a pregrado ha mostrado un incremento desde que se creó el Programa de Ingreso Prioritario de Equidad de Género en el año 2014, aún se observan evidentes brechas de género. ¿Qué podemos hacer como Universidad, para que este porcentaje se vea reflejado en la cantidad de mujeres que egresan, que siguen una carrera académica y que alcanzan posiciones de poder?”
La Dra. Barraza también expuso que la brecha de género en ciencias es generalizada a nivel nacional: “Según datos del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, en la actualidad el 53% de la matrícula en educación superior corresponde a mujeres. Sin embargo, sólo una de cada cuatro mujeres opta por una carrera STEM. Más aún, el porcentaje de egreso de mujeres en estas carreras corresponde sólo al 19%. En términos de la Academia, el Ministerio de Ciencias informa que el porcentaje de mujeres que alcanza la jerarquía de titular en las universidades chilenas no supera el 22%, las solicitudes de patentes representadas por mujeres son del 15%, y la presencia de mujeres en investigación es del 34%”.
Además, llamó a usar las capacidades de la Universidad de Chile para contribuir a eliminar estas diferencias: “Creo profundamente que es nuestro deber moral, social y político continuar trabajando para alcanzar posiciones de poder y liderazgo que contribuyan al desarrollo e implementación de nuevas políticas que equiparen la cancha, así como también transversalizar las temáticas de género y diversidad a todo el quehacer universitario de manera de ser un ejemplo que permita a las niñas – desde los primeros años de escolaridad – saber que tienen la capacidad, el potencial y el talento de ser científicas, ingenieras, físicas, matemáticas, o cualquier otra profesión u oficio que les permita desarrollar plenamente sus capacidades y habilidades para contribuir de diversas maneras y perspectivas al desarrollo de un país más equitativo. La Universidad de Chile, como Universidad pública y estatal, se caracteriza por su vocación de servicio público, por lo que es nuestra misión resolver problemas que mejoren la calidad de vida de las personas, ofreciendo soluciones interdisciplinarias para desafíos que son cada día más complejos (…) Es nuestro deber como investigadores e investigadoras salir del laboratorio y de la sala de clases para escuchar y conectarnos con las necesidades de las comunidades, participar de las propuestas y decisiones políticas, y ser parte de la fuerza que mueve y promueve un desarrollo más respetuoso y sustentable de nuestro país”.
En ese sentido, destacó el trabajo que el AMTC está haciendo en materia de género: “El AMTC también está dando pasos importantes en términos de equidad de género, otorgando becas focalizadas a mujeres para estudios de doctorado y abriendo concursos exclusivamente para la contratación de investigadoras postdoctorales. Gracias a estas medidas, este año se incorporaron nueve nuevas investigadoras al Centro, lo cual ha permitido incorporar a mujeres con el grado de doctora no solo a la academia, sino también a la investigación aplicada”.
“Finalmente, las y los invito a que en nuestro camino en la investigación, la innovación y la docencia no solo nos limitemos a lo que aprendimos en el doctorado, sino que juntos y juntas movamos la barrera del conocimiento de la forma más creativa posible, considerando que la diversidad solo enriquece a una institución, a un proyecto educativo y a la sociedad. Es necesaria la visibilidad y representatividad transversal de todas las diversidades y grupos sistemáticamente excluidos de la sociedad o las posiciones de poder, como mujeres, personas en condición de pobreza, disidencias sexuales y de género, personas en situación de discapacidad, personas neurodivergentes, personas racializadas, personas migrantes y personas que no habitan un cuerpo hegemónico, en el espacio público y en la toma de decisiones. No basta con reconocer, tolerar o respetar la diferencia, sino que necesitamos abrazarla, apreciarla y encontrar, en su complejidad, las distintas miradas, historias, vivencias, experiencias y saberes que permitan construir una sociedad mejor”.
Fotos y video: Comunicaciones Casa Central U. de Chile